SUBLIME

Os voy a contar una historia real que me paso a mí.

Como muchos sabéis, trabajo de cara al público, veo y trato con mucha gente durante el día.  Pues bien. Una tarde entre muchas, «traté» con ellos… una pareja estupenda que hablaban por los codos. Hablaban entre ellos, (con amor y ese punto canalla) hablaban con la gente que compartía espacio con ellos, con todo el mundo. A mi, personalmente me sorprendió el trato, ya que son personas que a penas conocía, pero daba la sensación que en otra vida, seguro que coincidimos.

En una hora nos dio tiempo para hablar de muuuuchos temas (de negocios).Pues bien, desde ese momento que ellos firmaron «el contrato» creo que la cosa fue mas allá. Firmamos un contrato de gente guay (que le llamo yo). Ese contrato que sólo firmo con gente que nos entendemos, con gente que no hace falta contar nada, con gente que le da igual tu forma de andar, bailar, cantar…gente que no te cuestiona nada, gente fácil, gente simple, gente real, gente molona. Gente que te darán toooodo lo que ellos puedan, en cualquier momento que tu lo necesites. Pues si, sin saberlo ni decirlo y mucho menos imprimirlo, firmamos ese contrato.

Ese día, me dieron las gracias por mis gestiones, de la mejor manera que saben… dándonos una invitación a «SU RESTAURANTE».

Entablamos confianza y como no, fuimos.

Elegante, sencillo, discreto, original, bonito, bueno, acogedor, tierno, limpio, cool,simple…            I D E A L.

Ideal como ellos (ALBERT Y SILVIA) ese matrimonio que conocí, son esencia en estado puro. Aman lo que hacen y se nota con creces. Ella lleva todo el control de sala, desde el recibimiento, a la cuenta. Desde; servir todos y cada uno de los platos al café. Él es el «chef», es el manitas, el que hace que pienses que !bueno esta todo! El que hace que odies la dieta y tengas un motivo gordo para saltártela. El que te pone los ojos en blanco con cada cucharada. Como un buen chef, nunca se deja ver, esta concentrado bajo esas escaleras, recluido en un búnker que él le llama casa.

Son gente que aman lo que hacen, que luchan para que cada uno de sus turnos sea puntual, gente que desea que cada mesa este contenta, gente que disfruta con lo que hace y que se pondría mala si no lo pudieran hacer, gente que se desvive por lo que cree. Gente que sabe a donde se tiene que ir, y si no lo saben entre los dos, dan ese paso al vacío pero lleno de valor. Valor que les lleva a estar donde están. Es gente guay y desde mi humilde experiencia os digo que si nunca os dejáis caer por Palamós, no os dejéis perder una visita a su Restaurante LA TERRASSA DELS PESCADORS. 

carta  gelat de canyela amb suc de maduixa  silvia i albert

 

feliz fin de semana!!

un abrazo*

pd: (Albert  i Sílvia, grácies per ser com sou!)